El
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es una ciencia con enfoques objetivos de investigación para entender las necesidades de los animales.
Es importante diferenciarlo de los derechos de los animales, que es un movimiento basado en el principio filosófico de que los animales deben tener ciertos derechos que les eviten el sufrimiento.
Si bien a muchos nos parece increíble que durante tantos años los animales no fueran considerados seres “sentientes”, hoy no sólo eso está claro, sino que hay una creciente preocupación de los humanos por el bienestar de los animales en general y en particular de aquellos que nos proporcionan alimentos.
El incremento de la población humana en el mundo y los consecuentes requerimientos de consumo de alimentos han llevado en algunos casos a tal intensificación de la producción, que se han visto restringidas varias de las libertades de los animales, en particular la posibilidad de vivir de acuerdo a su “naturalidad”. Esto es evidente en la producción intensiva de cerdos y aves. Los consumidores perciben un problema en el trato a los animales y exigen cada vez más antecedentes sobre lo que se entiende como calidad ética de los productos, es decir: las condiciones bajo las cuales se han criado, manejado y sacrificado los animales. Cada vez son más los consumidores que se preguntan si es ético ingerir alimentos para cuya producción se restringen las necesidades de los animales hasta tal punto que resulta claro a cualquier persona percibir que ellos sufren.
En el caso de las animales de abasto ¿será aceptable que sean manejados, transportados y sacrificados de forma despreocupada sólo porque de todas formas están destinados a morir? Entonces surge una pregunta: ¿Podremos producir alimentos de origen animal de una forma más ética, tendiendo a respetar las libertades de los animales?
Utilizando
buenas prácticas ganaderas
y
cuidando el bienestar
no sólo se evita en los animales sufrimiento innecesario, sino que también es posible ganar en productividad y en calidad ética y organoléptica de los productos. Por otra parte, cuando los animales son manejados de forma calmada y contemplando su comportamiento, usando las buenas prácticas y cuidando su salud y bienestar, también el personal que los maneja se ve beneficiado; los riesgos de enfermedades zoonóticas son menores, se estresa menos realizando su trabajo y está menos expuesto a sufrir accidentes laborales con los animales.
De cualquier forma, mejorar el bienestar de los animales ¡es intrínsecamente positivo!
